Un cepillado completo es una forma excelente de masajear al caballo y establecer una relación previa con él antes de montar. Además, gracias a ello podemos revisar si el caballo tiene alguna herida o lesión para comunicarlo a nuestro profesor si así es.

Podemos limpiar los cascos al final o al principio de la limpieza. Usaremos un limpiacascos para limpiar el fondo de las lagunas laterales (los surcos que hacen forma de V) y la suela. Es importante repetir la limpieza de los cascos después del entrenamiento para asegurarnos que no queda ninguna piedra clavada que pueda molestar a nuestro caballo.

El primer paso consiste en pasar la rasqueta dando movimientos circulares por todas las partes carnosas (partes con músculo) para eliminar el barro y a la vez, darle un masaje agradable a nuestro caballo. Debemos evitar las partes más sensibles (partes con hueso o tendones). Continuaremos con el cepillo de raíces por todo el cuerpo para limpiar el pelo y quitar el polvo. También podemos usar la bruza o un cepillo suave para limpiar la cabeza teniendo cuidado en la zona de los ojos. Después pasaremos a desenredar la crin y la cola con el peine o cepillo. Es importante hacerlo de forma suave para no dar tirones ya que podríamos romper el pelo. Si la crin o la cola están muy enredados, existen productos suavizantes para facilitar el desenredado. Finalmente, con una esponja o guante de microfibra limpiaremos las zonas más sensibles como por ejemplo los ojos, los ollares y los belfos.

Todo este material lo podemos guardar en una bolsa de limpieza o en un baúl/caja. La ventaja del baúl es que te puedes subir encima para llegar a las partes más altas del caballo (como en la foto que hay arriba).

En Horse&Rider tenemos kits de limpieza que incluyen baúl y conjunto de cepillos básicos para realizar la limpieza de nuestro animal.

[El material de las fotografías son artículos que podéis encontrar en la tienda Horse & Rider, pincha aquí para visitarla.]