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Como ya avanzamos en el post anterior, hoy venimos a hablar de los tipos de alimentos que comen los caballos.

Forrajes:

El forraje es el elemento fundamental sobre el que se debe asentar la alimentación de cualquier caballo. La calidad y cantidad de forraje ayuda a mantener la salud del caballo y reduce la incidencia de cólicos y problemas respiratorios, manteniendo a los caballos en su actividad. El nivel de nutrientes varía según el tipo de forraje y madurez en la cosecha.

Los caballos pueden consumir forrajes frescos (pastos), secado (pacas de heno de hierba) o conservado en silos (heno), pero la mayoría se alimentan a partir de heno seco

También existe el heno de alfalfa el cual tiene un mayor nivel de proteínas y almidón. Está indicado para yeguas gestantes y lactantes o caballos con un desgaste físico, pero no se recomienda como única fuente de fibra. Por lo que siempre se tiene que dar combinado con heno de hierba.

Después también existe la paja, que es una de las opciones que se usa para la cama del caballo y que muchas veces a los caballos les gusta comerse una parte, pero no se recomienda dar como dieta.

Alimentos concentrados

Los concentrados son un complemento que resulta indispensable en ciertos momentos productivos, en el caso de caballos de alto rendimiento, yeguas gestantes o lactantes y potros en crecimiento. Sirven para satisfacer todas las necesidades de nutrientes, pero no es fundamental. Se debe evitar la alimentación con concentrado de forma exclusiva, para permitir cierto grado de bienestar animal.

Los concentrados son una mezcla de granos de cereales, grasas, proteínas, vitaminas, minerales, para mejorar el equilibrio nutritivo. Entre los granos de cereales encontramos avena, cebada, maíz, trigo, entre otros, los cuales son ricos en proteínas e hidratos de carbono.

La presentación de los concentrados puede ser en mix, pellets y piensos extrusionados. Estas tres formas a menudo tienen el mismo perfil de nutrientes, pero se procesan de forma distinta.

Complementos alimenticios

Estos alimentos completan la dieta de nuestros caballos y generalmente para ellos son como una golosina, así que podemos dárselo como recompensa. Los más comunes son bloques de sal, pan, terrones de azúcar y algunas frutas, ¡pero CUIDADO! Hay que asegurarse bien sobre qué frutas podemos darle a nuestro caballo y cuáles no, ya que podrían hacerle daño.

Si quieres saber más sobre qué frutas podemos darle a nuestro caballo y cuáles no, mira esta imagen resumen que ha hecho Silvia de My Horseback View que lo explica muy bien, ¡también puedes visitar su blog!

Por último, algo muy indispensable es que el caballo tenga acceso siempre a agua limpia, piensa que un caballo bebe entre 20 y 40 litros de agua al día. Y recuerda, después de hacer un trabajo fuerte no debe beber mucha agua fría de golpe.

Ahora ya sabes todo lo indispensable sobre la alimentación de los caballos, toca ponerlo en práctica.

Gracias a Blanca Mallafrè Torrell por su colaboración proporcionando su aportación veterinaria.